jueves, 14 de septiembre de 2017

la pelota de tenis

Soy bastante descuidada, tengo que reconocerlo.
Hace ya unos meses que cayó una pelota de tenis en el jardin desde unas pistas cercanas. Se quedó medio enterrada en un rincòn y ahí ha seguido todo este tiempo, hundiéndose un poco más cada vez que paso el cortacesped.
Ya nadie juega en casa, los chavales hace años que crecieron y se fueron a vivir lejos de aquí, el perro se está haciendo viejo y no le interesan las pelotas, así que ahí ha seguido quieta y olvidada.
Hoy han venido unos amigos con un cachorrito y nos hemos puesto a jugar, de pronto me acordé de ella. Al intentar cogerla no pude, estaba agarrada fuertemente al suelo, solo después de un tiempo he conseguido sacarla mientras notaba cómo se iban rompiendo los hilos que la unían a la tierra.
Al cogerla en la mano no creía lo que veía, un montón de raíces colgaban de su parte inferior.
Después de mirarla sorprendida durante un buen rato he decidido volver a colocarla  en su sitio con mucho cuidado.
Ahí sigue, echando raíces en el jardin.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tus fotos son extraordinarias, pero, habiendo leído este breve y emotivo relato sobre la pelota de tenis, creo que deberías prodigarte más con la pluma. En estos tiempos que corren, gélidos y huracanados, se agradecen tan cálidas brisas.

Un saludo.

Alice dijo...

Gracias por tu comentario que ha roto el silencio que acompañaba a este blog en los últimos tiempos.
Un saludo